jueves, 3 de abril de 2014

¿Qué es un hoax y cómo identificarlo?

“Hoax” significa “bulo” en inglés, y en el ámbito de Internet se utiliza para designar aquellos mensajes falsos diseñados de tal modo que muchas personas los reenvían a su lista de contactos creyendo que son ciertos. Se forma así una cadena de envíos que alcanza una circulación masiva, y que conlleva el peligro de favorecer el spam.


Características:

  1.  Son textos breves, a veces acompañados de alguna imagen, y en ocasiones en forma de presentación de dispositivas (ocasionalmente vídeos).
  2. Carecen de fecha de publicación y están redactados de la manera más temporal posible para que pervivan el máximo tiempo circulando en la red. Algunos tienen indicaciones temporales muy imprecisas, como “El pasado 24 de abril me ocurrió que…”, o “El próximo mes de octubre va a entrar en vigor una ley que…”, sin indicar el año. Quien lo reenvía no es consciente de que el hoax puede llevar años circulando con esa falsa indicación temporal.
  3.  Muchos están redactados en primera persona, a modo de testimonio personal, a veces de alguien que supuesta mente sufre una desgracia y trata de advertir a los demás.
  4.  La mayoría no están firmados para evitar repercusiones legales. Si van firmados, es imposible determinar que el nombre corresponda a una persona real. Algunos atribuyen la información a una prestigiosa entidad, como un famoso hoax con consejos contra el cáncer supuesta mente publicado por el Hospital John Hopkins (en estos casos una consulta a la web oficial demuestra la falsedad).
  5.  No citan fuentes, o citan fuentes imprecisas cuya autenticidad no se puede comprobar.
  6.  Algunos hacen referencia a productos o servicios de compañías conocidas.
  7.    Incluyen datos científicos falsos. Por ejemplo, el hoax sobre el peligro del limón en las bebidas habla del microorganismo “Sacarovictus Coccus Cevabacillus ativus”, que simplemente no existe (toda búsqueda del término en la red conduce a sitios donde se reproduce el hoax, y no a páginas científicas).
  8.  Contienen un gancho para captar la atención del internauta: advertencia sobre peligros (en gasolineras, alimentos, aparatos, etc.), escándalos, injusticias… Este factor alarmante hace que muchos internautas lo reenvíen a sus contactos “por si acaso es cierto” (ya he señalado que si se sospecha que es cierto, lo mejor es comprobarlo, lo cual no suele llevar más tiempo que hacer el reenvío).
  9.  Contienen una invitación a reenviarlo para alertar a otras personas (o, contando con que hay gente supersticiosa, para evitar mala suerte). El objetivo de esta petición reside en captar las direcciones electrónicas, crear bases de datos con las que realizar posteriores campañas de spam o, simplemente, difundir la información falsa todo lo posible.
  10.  En algunos se van modificando ciertos datos (fecha, lugar…) a fin de resultar más creíbles, de modo que circulan en versiones variadas durante años por Internet.
  11.  La mayoría están muy mal redactados, con incorrecciones sintácticas y ortográficas y errores en los signos de puntuación.

        Genaro Roman Bravo Fernández


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